24 de Marzo del 2015
Llega la primavera y con ello el conejito de Pascua así que aproveché el recurso y les conté la historia, en este caso totalmente inventada y metiendo los conceptos de la floración y la cosecha, entre otros.
Al acabarla y disponernos a ir al baño nos topamos con ésto:
¡Que casualidad! que al parecer en nuestro centro también había pasado los conejitos y nos habían dejado marcado un camino para localizar los huevos escondidos. Rápidamente nos pusimos a seguir las pistas, les costó menos de lo que esperaba, usé para ello sólo dos tipos de iconos: Las flechas direccionales y una gran cruz roja que marcaba el lugar por donde cerca estaba escondido el huevo.
Los rastreos es una actividad que me gusta mucho, y que a los y las ecopekes les entretiene y divierte imaginando ser exploradores; y ahora que empieza el calor, es una actividad muy buena para hacer al aire libre. Por lo que éstos, algo más sencillos, son una buena práctica para que se vayan acostumbrando y habituando, y de este modo poder realizar alguno más complejo (incluyendo distintos iconos) de cara al buen tiempo, en el exterior.
Cuando conseguimos los 9 huevos, uno para cada uno/a, descubrimos que ¡Alguien les había robado el color! Rápidamente volvimos al aula y nos pusimos a pintarlos de vivos colores:
Pero ahí no acababa el día, nos habíamos convertido en exploradores, y ahora tocaba convertirse en ¡Científicos!. La actividad consistía en dejar sumergidos en distintos colorantes huevos y "lanzar" ideas sobre qué pasaría con ellos, si se colorearían sólo por fuera, también por dentro...
Primero quitamos la cascara a los huevos ya cocidos
Después preparamos los colorantes y metemos los huevos
Tras una pequeña espera los huevos... ¡Se colorearon!
Partimos uno por uno para comprobar de qué color estaban por dentro
¡Qué divertido es investigar!
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